Regresamos de este viaje felices por todo lo conseguido y por todos los contactos realizados para que los próximos proyectos puedan ser aún mas ambiciosos.
Las cosas no empezaron demasiado bien. Se perdieron las maletas y los fardos cargados de material. No aparecieron hasta el sexto día. Esto retrasó de forma importante el reparto de todo el material.
Los uniformes (175) que suponíamos que ya estarían acabados a nuestra llegada no estaban ni siquiera empezados al no haber enontrado tela suficiente para que todos fueran todos iguales.
Dejamos pues la compra de uniformes para nuestro próximo viaje.
Pero hemos hecho muchísimas cosas mas.
Aquí os presentamos las actividades mas importantes llevadas a cabo en este viaje que ha unido a los Amigos de Gambia de Medina del Campo y los de Valle de Bohí en Lerda.
COMO MEJORAR EL FUTURO DE 39 NIÑOS.
Todo comenzó como por casualidad.
Lo que para José Luís y Natalia iba a ser unos días de vacaciones en un país que ni siquiera hubieran sabido localizar en un mapa, acabó convirtiéndose en un primer proyecto de ayuda a los niños de Gambia; esta primera vez colaborando con la ONG La Sonrisa de África.
Para ello, en Enero de 2010 se organizó, con gran voluntad y aún mayor esfuerzo, la primera Gala del Humor y la Magia en el Auditorio Municipal. Actuaron de forma desinteresada el mago Mc Magic, el dúo Candeal, la escuela de baile Virtudes Hernandez, el monologuista Alex Clavero, el grupo de música africana Sassandra, y el cantaor Nemesio acompañado a la guitarra por Faustino. Con el importe recaudado se colaboró en la construcción de un taller de costura en Gambia, se repartió arroz en poblaciones sin recursos, se llevaron medicinas al Hospital de Cubanos que opera en el centro del país, se repartió material escolar en escuelas y cientos de niños nos regalaron miles de inolvidables sonrisas a cambio de un caramelo o un chupa-chups.
Gracias a este primer viaje conocimos la bondad, la sinceridad y la alegría de una gente maravillosa que comparte contigo lo que apenas tiene, que siempre te muestra una sonrisa y siempre está dispuesta a echarte una mano. Allí también se fraguó una verdadera amistad con una familia de gambianos de la etnia yola que se dedican a organizar excursiones por todo el país y cuya ayuda se ha vuelto casi imprescindible en la realización de proyectos pasados y futuros y que ya son como de la familia pues para ellos somos parte de la suya. Os agradeceríamos que visitarais su página Web www.excursionesdiattagambia.com
Lo habréis oído cientos de veces, África te atrapa; y esta sentencia volvió a repetirse: nuevo viaje a Gambia para buscar un nuevo proyecto, un proyecto propio e independiente.
Una escuela, que ya había sido visitada en el primer viaje, había sido parcialmente destruida por las lluvias (allí son torrenciales en verano); había perdido totalmente el tejado y algunas paredes estaban también deterioradas. Eso sin contar el deplorable estado en que se encontraba ya incluso antes del derrumbe.
Treinta y nueve niños (después resultó que eran 53), se habían quedado sin colegio, literalmente, sin colegio. En un país sin recursos de ningún tipo como es Gambia, las posibilidades de que algún organismo público o privado reconstruyera el colegio son nulas. Probablemente todos esos niños quedarían sin educación, quién sabe durante cuánto tiempo o si quizás para siempre.
La paupérrima aldea de Kabokor, en la frontera con Senegal, carece de agua, luz, teléfono y cualquier otra infraestructura civil. Toda la vida se desarrolla alrededor de un pequeño templete que hace las veces de punto de encuentro. ¡ Deberíais ver con qué alegría bailan allí los niños ¡
Ya tenemos proyecto. Vuelta a casa. Y ya en el mismo avión de regreso se comienza a preparar la forma de organizar y financiar este nuevo reto.
Se organiza a principios de Febrero de 2011 la Segunda Gala del Humor y la Magia. A ella acuden, de forma totalmente desinteresada y altruista, los magos Gele Rodrigo y Oscar Escalante, los monologuistas Alex Clavero y Fran El Chavo y el grupo musical Calle Jaleo. Profesionales que nos regalaron su tiempo, su trabajo y que se hicieron cargo de sus propios gastos. Se organiza también ese mismo día la representación de una obra de teatro a cargo de la compañía Arcón de Olid cuyos componentes actuaron igualmente de forma desinteresada. El entrenador y los jugadores del Balonmano Valladolid colaboran con un balón firmado que se sorteó durante la gala y que fue entregado por la atleta Vallisoletana Maite Martínez. El público se lo pasó bomba (preguntad a cualquiera que acudiera). Se recaudan 2.380 euros entre los dos actos.
A esta cantidad hay que sumar las aportaciones personales del grupo Amigos de Gambia, amigos, familiares, empresas que donaron material escolar, otras empresas colaboradoras, medios de comunicación, ayuntamiento y personas anónimas que cuando conocieron el proyecto quisieron colaborar en él.
Conseguimos llevar también ropa y calzado, material escolar, medicinas y material de aseo, caramelos, globos, juegos, balones, cometas, linternas, pilas…. ¡Más de 200 kilos de material! entre 4 personas.
Cada uno de los que viajamos a Gambia llevamos ahorrando todo el año para costearnos el viaje, el hotel y la comida; costeamos todos los gastos y de de esta forma sabemos que llegará íntegro hasta el último céntimo recaudado. Para que te hagas idea, sólo los viajes y los gastos generales son muy superiores a la totalidad del dinero recaudado.
Al grupo inicial de tres personas se nos unió nuestra amiga Carmen de Valladolid.
Así pues, con ocho maletas de aproximadamente 30 kilos cada una y casi 2.600 euros en el bolsillo, partimos para Gambia.
Nuestros amigos los guías, ya habían contactado con el albañil que repararía las paredes y el techo; con el carpintero que haría los bancos y pupitres y con el sastre que tejería los uniformes de los treinta y nueve niños.
Al llegar no había ningún trabajo realizado. Gambia es así. Sabían perfectamente de nuestra llegada y sin embargo, ni los mismos integrantes de la aldea se habían molestado en retirar los cascotes. El albañil y el carpintero tampoco habían avanzado gran cosa. Así que a arremangarse y ponerse manos a la obra. Jornadas intensas de trabajo, a casi 40 grados de temperatura. Pero el esfuerzo merece la pena; la satisfacción de ver avanzar la obra no es fácil de explicar.
El colegio va tomando forma: ya tenemos el techo, las paredes reparadas, y la segunda o tercera mano de pintura ya se secó. Se ha limpiado el suelo y Natalia da las últimas pinceladas de alegría con sus arbolitos, setas, conejitos y flores que decoran el exterior del “cole”.
Llegan por fin los pupitres y los bancos. Últimos retoques, un par de manos de pintura y listos.
Toca ahora el reparto de los uniformes. Deberíais ver con qué facilidad y rapidez el sastre realiza su labor. Todos los niños han sido medidos uno por uno, pero él no necesita las medidas: su “ojímetro” es perfecto. Ya están terminados los treinta y nueve trajes azules y rojos.
Y llega el día de reparto de los uniformes. Caos total. En unos minutos, todos guapísimos y aseados. Da gusto verlos. La mayoría cambia sus “roídos trapos” por un digno uniforme.
Se entrega a cada uno de los niños una mochila repleta de material escolar: cuadernos, bolígrafos, plumieres, gomas, sacapuntas, lápices, pinturas, tijeras, portaminas, minas, tizas, etc.
Al profesor se le hace entrega de un maletín con material específico para el desarrollo de su actividad docente: dibujos para colorear, recortables, pegamentos, carteles para decorar la escuela, tizas, borradores, reglas, compás, lupa, etc.
Y llega el día de la entrega de toda la ropa, calzado y material de aseo. Bullicio impresionante; mujeres vestidas con coloridos trajes estampados y niños, como siempre, dispuestos a bailar a la mínima invitación de otro coleguilla. Una señora de edad incierta, rasgos marcados por los años y la aspereza del clima se encarga de poner orden con la ayuda de nuestros amigos los guías.
Se reparten más de 300 kilos de arroz entre todas las familias de la aldea. El arroz, acompañado generalmente con pescado, es su principal alimento.
Finalmente repartimos los últimos globos y caramelos que nos quedan; los balones de reglamento y las pelotas y algún que otro peluche.
Después de varios días de trabajo intenso, el proyecto ha concluido. Todo ha salido perfecto y la satisfacción personal es inexplicable.
Nos despiden con una gran fiesta, con tambores, bailes y arroz con pescado.
Antes de regresar a España entregamos las medicinas que llegarán a un hospital cooperado por cubanos que realizan una magnífica labor en un país donde la sanidad es privilegio de muy pocos.
De vuelta a casa, ya estamos pensando en el próximo proyecto, y ese proyecto será tan ambicioso como nos permita el dinero que se pueda conseguir con la ayuda y colaboración de todos vosotros.
Todo esto no es más que un granito de arena en el desierto, pero es nuestro granito y el de todos los que han colaborado de una forma u otra con este proyecto del que tan orgullosos nos sentimos.
Este es hasta ahora el proyecto mas hermoso y emotivo de los desarrollados por Amigos de Gambia de Medina del Campo hasta la fecha. Kabokorr merecerá siempre una atención especial en todos nuestro viajes a Gambia.
Fueron diez días conviviendo con los niños y sus familias.
Nuevas excursiones continúan pasando por el lugar y aportando siempre material y ayuda para la escuela y las personas de la aldea.
Hemos vuelto nueve meses después y el recibimiento que nos hiciron al llegar paga con creces los esfuerzos realizados.